Para aquellos que les gusta la noche, porque en ella encuentran libertad. Para aquellos que quisieran que esos microsegundos especiales de su vida, tuvieran loops indefinidos. Para esos que la música los mata, los revive, les pega, los consuela, los ama y los odia, -esto se convirtió en tragedia- sí, para todo ellos...
¡Qué viva el rock!
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