Desde hace un tiempo los únicos que visitan el blog son spam. Sin culpas. Yo no escribo desde hace tanto. El ejercicio de escribir es necesario. Oxidada estoy.
Ayer murió el presidente de mi país. Un señor tan famoso que para qué nombrarlo. La mitad del país lo llora y la otra no derrama ni una lágrima por su ausencia.
Particularmente no lloré. "No hay mal que dure 100 años ni cuerpo que lo resista". Honestamente pensaba que nunca se iría del poder y allí está ahora, dentro de un ataud.
Aquí muchos dicen que lo que le pasó fue justicia divina. ¿Será cierto que todo lo que hacemos lo pagamos en vida?
Aquí va un buen artículo del por qué no voy a extrañar a ese señor, que me niego a nombrar.
Hasta nunca, donde quiera que estés.
No hay comentarios:
Publicar un comentario