Uno decide cómo, dónde y cuándo empezar el fin de semana. Yo siempre decido hacer lo que me da la gana y la paso muy bien. Se me olvidan los compromisos con los demás, se me olvida que los horarios existen, al menos que sea para ir al ballet y echar un pie, se me olvida que el lunes existe y que todavía falta mucho para que el domingo llegue.
Entonces, a la cuenta de tres, que empiece mi fin de semana...
Entonces, a la cuenta de tres, que empiece mi fin de semana...
¡1, 2, 3!
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