3.5.10

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Sueño despierta a diario. Me culpo de tal costumbre. Me siento culpable de irme lejos cuando el tiempo está ajustado y planificado para otras tareas. Peleo, lucho con despertarme, y en mi lucha vana, vuelvo a soñar. Me pierdo.

Medir el tiempo es difícil. Concentrarme es difícil. Dejar de soñar es difícil.

Quiero licencia para soñar. Quiero que el tiempo se congele cada vez que sueño. Quiero que mis sueños duren un segundo y que mi cuerpo sienta que ese segundo duró una hora, con sus 60 minutos completos. Como cuando tomamos siestas de 15 minutos y descansamos tan bien, que pareciera que hubiésemos dormido horas.

Soñar cuesta. Cuesta tiempo. El tiempo es oro.

Lo que viene tiene música de los Grizzly Bear.

A quien le guste.-

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