Cuando me preguntan si tuve una infancia feliz, mi respuesta es: sí. Mis recuerdos van directamente a mí a mi hermano jugando todos los juegos que nos inventábamos en la piscina del edificio. En un país tropical, en una ciudad como Caracas, con el Ávila como patio trasero y una mamá poco protectora, simplemente, perfecto.
23.5.12
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario