Con el tiempo he perdido el pudor y la vergüenza. No por completo. Ha sido gradual. Mi pudor es selectivo y mi vergüenza caprichosa. Me he dado cuenta que ambos son como una pésima coletilla que limita mi diálogo con el mundo.
Hoy confieso que me quisiera quitar todo.
2 comentarios:
La "verguenza" es la excusa para no hacer lo que realmente queremos hacer y el "pudor" es una autocensura, cuando siempre es mejor ver el cuadro completo tal como fue pintado, ya que el pudor debe conservarse en los momentos mismos destinados a perderle.
Muy bueno, gracias!
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