El tiempo...
¡Qué rudo!
¡Qué rudo!
Puedo pelear contra mi boca, mi peso, mi forma de hablar, de escribir, de pensar, de amar, de odiar, de mirar y escuchar. Sí, pelear. De luchar con todo, contra todo. O bien puedo fluir e ir con la corriente. Dejar que las cosas pasen, se salgan o vuelvan a su cauce. Puedo todo eso y más. ¿Cuándo no? Siempre. Repito. Siempre podemos enfrentar lo que sea. El miedo y los muros mentales son nuestro freno, nuestro bozal, nuestras gringolas.
¿Pero el tiempo?
No puedo con él. Él puede más que yo, que tú y quien quiera enfrentársele. El tiempo pasa y yo lo único que hago es vivir a través de él...
Hoy extraño a la gente que me hizo reír y llorar tantas veces... María, Australia, Juancy, Reino Unido, La Montagne, USA, Mi bella Yibirín, New York, Mara, Argentina, Alelí, Niza, Yelitza, Noruega, Andreína, España.
Todas regaditas.... el tiempo pasa y no perdona.
¡Las extraño!
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