11.10.09

sin sentido

tasca japonesa: La Pista

La ciudad se volvió un caos. Más de lo usual. No funcionan varias estaciones del Metro. Y la ciudad colapsó.

Me di por vencida. Estar en el carro era inútil. Lo estacioné y empecé a caminar. Chacao es delicioso para eso: el arte de caminar. Tascas, tiendas, bares, abastos, quincallas, edificios, gente, carros, aceras. Descubrí varios lugares. Entre esos, la tasca japonesa: La Pista. La música genial, los meseros estupendos, la comida deliciosa. A la cuarta copa de vino blanco, empecé a escribir.

tasca japonesa: La Pista 2tasca japonesa: La Pista 3

Sí. Empecé a escribir en mi blog desde mi cel y lo borré. Volví a lo natural, la pluma y el papel. Sin Sentido lo titulé. Escribí pensando en ti. Reggae de fondo. Estoy en la tasca japonesa, La Pista. Epa, eso ya lo dije. El chico que me atiende me trata bien. Creo que también lo dije. La gente que me rodea no se parece a mí. Y sin embargo, es agradable.

Hoy te extraño. Mala señal. Porque no debería. Estás lejos...

Sé que no te gusto. Sé que se acabó. Pero... por alguna razón, sé que a veces piensas en mí. Hace una noche soñé contigo. Como figura paterna. Pero ciertamente sentía un complejo de Electra. Me recostaba en tus piernas, cual niña siendo consolada y, aún así, te deseaba.
Aún lo hago. O al menos extraño eso... desearte.

Tienes 10 años más que yo, y tu mente de 20. Nada. No hay caso. Cuarta copa de vino blanco y aún te extraño.

Sin sentido.

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